La muestra FRUTEROS de Cathy Burghi llega como una exaltación onírica en la madrugada, con un aire tropical que toma de sorpresa al espectador en el invierno gris montevideano. Abriendo paso al goce visual a las ganas de cantar, bailar, crear y salir corriendo desesperadamente como Daphne huyendo de Apolo para acabar transformándose en árbol. Exquisiteces del cosmos, de un femenino donde abundan semillas e “cores gostosas”, que se desprenden de esos seres libres que transmutan.
FRUTEROS es una serie de creaciones adorables cargadas de nuevas y diferentes experiencias, humanas y emocionales en una geografía expansiva donde la exuberancia de la naturaleza es omnipresente.
Ser mujer en Brasil quizás aleja a Eva de su manzana del paraíso bíblico para acercarla al paraíso danzante de Miranda y sus bananas. Las frutas en estados surrealistas, un gran “mamao”o papaya uterina se desangra en inquietudes femeninas cuestionando a la hija-madre-amante de forma poética.
La mirada de la artista, nos trae un imaginario de riquezas, de prosperidad, donde la naturaleza en su hermoso caos se organiza transformándolo todo en abundancia, atravesando los cuerpos, las almas en brotes que germinan a pesar del clima obscurantista del Brasil de Temer (de los asesinatos solapados, de las huelgas, del clima pre electoral y de la situación de incertidumbre que atraviesa este país…).
Cathy Burghi no separa a la artista de su cotidiano, ni es ajena a las dolencias del mundo, elige, se involucra, critica y se entrega con pasión a la gracia de crear parentesis, respiros, silencios en medio de tanta polucion, creando con audacia y humor para que disfrutemos de su FRUTEROS. Noel Langone
FRUTEROS es una serie de creaciones adorables cargadas de nuevas y diferentes experiencias, humanas y emocionales en una geografía expansiva donde la exuberancia de la naturaleza es omnipresente.
Ser mujer en Brasil quizás aleja a Eva de su manzana del paraíso bíblico para acercarla al paraíso danzante de Miranda y sus bananas. Las frutas en estados surrealistas, un gran “mamao”o papaya uterina se desangra en inquietudes femeninas cuestionando a la hija-madre-amante de forma poética.
La mirada de la artista, nos trae un imaginario de riquezas, de prosperidad, donde la naturaleza en su hermoso caos se organiza transformándolo todo en abundancia, atravesando los cuerpos, las almas en brotes que germinan a pesar del clima obscurantista del Brasil de Temer (de los asesinatos solapados, de las huelgas, del clima pre electoral y de la situación de incertidumbre que atraviesa este país…).
Cathy Burghi no separa a la artista de su cotidiano, ni es ajena a las dolencias del mundo, elige, se involucra, critica y se entrega con pasión a la gracia de crear parentesis, respiros, silencios en medio de tanta polucion, creando con audacia y humor para que disfrutemos de su FRUTEROS. Noel Langone
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